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lunes, 1 de octubre de 2012

METODOLOGÍAS.


METODOLOGÍAS.

Dos son las cuestiones principales que determinan el tipo de metodología que podemos encontrar en los manuales diseñados para superar las tradicionales PAU y/o para aprender griego y latín: el papel de la gramática y la tipología de textos empleada.

1.       Métodos tradicionales de gramática-traducción

Los métodos tradicionales parten de un enfoque gramaticalista. En ellos el aprendizaje de nuestras lenguas, entendidas como lenguas muertas, se reduce al estudio de los contenidos lingüísticos, cuya asimilación se verifica con la traducción de frases sueltas que ilustran una determinada regla gramatical. A medida que se avanza en las cuestiones morfológicas y de sintaxis, los textos presentados, siempre originales, van siendo más extensos y, en ocasiones, también más tediosos.

Esta metodología está pensada para la formación de filólogos, pero resulta poco recomendable si de lo que se trata es de empezar a usar la lengua. Reducir la práctica lingüística a la traducción directa de frases, ininteligibles muchas veces por estar desprovistas de su contexto, resulta pobre y enormemente aburrido. Además hay que tener presente que los textos literarios no fueron concebidos para aprender lenguas. Por ello, en cualquier antología, aunque la graduación de los textos seleccionados siga una complejidad creciente, siempre encontraremos nuevas dificultades que o bien deberán ser expurgadas directamente o habrán de ser salvadas mediante notas aclaratorias y traducciones. Con estos métodos frecuentemente se corre el riesgo de que los textos clásicos se conciban como criptogramas de difícil descifrado cuya clave parece estar oculta en los diccionarios.

Más recomendable resulta que los estudiantes entren en contacto desde el primer momento con textos de cierta amplitud, seguidos y no deshilvanados, con un vocabulario frecuente y que recojan valores no sólo lingüísticos, sino también culturales. Pero estos textos no existen, los debemos de crear de forma artificial. Ello supone romper con el prejuicio sobre el carácter sagrado de los textos clásicos y empezar a “vulgarizar” el griego y el latín. Se cometerán errores con toda seguridad, pues no somos nativos griegos o romanos del periodo clásico, pero tal vez consigamos que los alumnos no vean nuestras lenguas como una creación abstracta destinada únicamente a edificar nuestras mentes ociosas, sino como instrumentos de comunicación y transmisión de mensajes, es decir, para ser habladas y escritas.

Para la adquisición de la competencia lingüística del griego y del latín se han venido aplicado también con mayor o menor éxito las metodologías utilizadas para el aprendizaje de las lenguas modernas:

 2.       Métodos naturales o de “inmersión repetitiva”

Una gran difusión tuvieron los métodos basados en la psicología cognitiva y los estudios sobre la adquisición del lenguaje en los niños, según los cuales también una lengua extranjera se pude aprender de manera natural como la materna, a base de la constante audición y repetición de textos. En griego tenemos dos vertientes de esta metodología:
  
 A.     Métodos audio-orales de autoaprendizaje como el Assimil.

Este clásico manual se sirve de varios personajes que nos van introduciendo en diversos temas de la vida cotidiana de Grecia. La idea es presentar textos e ilustraciones con cierto toque cómico para amenizar el estudio, aunque esto no siempre se consigue. Consta de una parte pasiva, en la que el alumno se limita a escuchar y reproducir los breves diálogos y a reconocer las estructuras gramaticales con la ayuda de notas y resúmenes de gramática, y una parte activa en la que el alumno puede empezar a traducir a la inversa, utilizando para su comprobación la versión en su lengua materna y los ejercicios resueltos. Aunque la colección se presenta como cursos sin esfuerzo, el método requiere de cierto tesón y no poca capacidad de memoria.

B.    Métodos de lectura como el Reading Greek y el Athenaze.

Los textos siguen siendo continuados, pero son ya más extensos. Presentar una verdadera trama que consigue mantener el mejor el interés del alumnado. La práctica fundamental consiste en la lectura detenida de los textos y la comprensión de los mismos con la ayuda del vocabulario y las ilustraciones, sin necesidad de profundizar en el análisis gramatical, al menos no antes de abordar los textos. Los resúmenes gramaticales aparecen al final de cada lección, si bien cabe destacar que son los textos los que condicionan la gramática. Los que han puesto en práctica estos métodos han comprobado una notable mejoría en los resultados de los alumnos, que logran interiorizar satisfactoriamente las estructuras básicas de la lengua griega. Entre los inconvenientes está quizá el excesivo vocabulario no funcional.

Este defecto se suple con la variedad de ejercicios que presentan ambos manuales. En particular el método Athenaze es en la actualidad el manual para el que disponemos del mayor número de recursos en red: ejercicios autocorregibles de gramática y vocabulario, de comprensión lectora y auditiva, así como actividades de composición oral y escrita. Entre las páginas en español destacan los Ejercicios de griego en Hot Potatoes para Athenaze, traducción de Ángel L. Gallego de la web oficial, los ejercicios en Quia preparados por Manuel Garrido con mi colaboración, La colección de recursos Ariadna para Athenaze, traducidos por Ángel L.Gallego y la wiki colaborativa Athenaze.

Dentro de la misma línea metodológica destaca un tercer manual de lectura más antiguo, pero que ofrece interesantes posibilidades de uso didáctico por estar desprovisto de derechos de autor. Se trata de A greek boy at home de W.H. D. Rouse, publicado en Londres en 1909. El método está siendo reutilizado con gran originalidad por Asier Mendoza en su blog ELLENIZO: Fichas de griego clásico.

Los textos acompañados de interesantes y creativas actividades de refuerzo están también disponibles bajo licencia de Creative Commons en una reciente web creada por Ana Ovando.

 3.       Métodos inductivos-contextuales.

Un ritmo más lento y con un cuidado especial por el principio pedagógico de la repetición  presentan los métodos de aprendizaje inductivo-contextual. El ejemplo más claro para el latín  lo tenemos en el método del danés H. Ørberg, Lingua latina per se illustrata, inspirado en los planteamientos empíricos del humanista Comenius. Los alumnos se familiarizan desde el primer momento con textos de cierta extensión con una historia realmente interesante y cuya complejidad gramatical va gradualmente aumentando de forma paulatina. Los alumnos deducen y recuerdan el significado de las palabras gracias al contexto y con la ayuda de imágenes representativas. Todo el método, incluidos los resúmenes de gramática finales, está compuesto en latín. Por ello las actividades de repaso planteadas inciden sobre todo en la comprensión textual, por entender que el ejercicio de traducción puede resultar muy enriquecedor, pero prescindible en estos niveles iniciales. En griego no disponemos de ningún manual de este tipo. Sólo existen dos tentativas a día de hoy inacabadas: el proyecto Ζήτω  Ἑλλάϛ, Exercitatio Linguae Graecae, seis breves lecciones de Carlos Martínez Aguirre, y mis dos capítulos de  ἑλληνικὴ γλῶσσααὐτοεικονογραφη µένη. Ambos materiales coinciden con el LLPSI en la inclusión de índices de las palabras nuevas aparecidas de cada lección. El primer modelo presenta algunas traducciones en latín y carece de ejercicios.

4.       ¿Métodos comunicativos?

A los métodos anteriormente expuestos, que se prestan a ser explotados para practicar las destrezas orales, se unen algunos pocos métodos que se acercan tímidamente a las metodologías comunicativas:

i.        A enseñar de manera activa aspiraba el método Ancient Greek Alive de C. Saffire y C. Freis. Este manual utiliza textos adaptados y combina las explicaciones y esquemas gramaticales con ejercicios de composición oral. Este tipo de práctica, reforzada por las audiciones, supuso una interesante innovación metodológica en su época. A pesar de su éxito por lo novedoso de su acercamiento al griego, no capacita a los estudiantes para hablar en griego, sólo para asimilar mediante la repetición oral determinadas nociones y estructuras gramaticales, ya que no trata de manera global muchos de los contenidos y situaciones necesarias para la comunicación.

ii.              Polis: parler le grec ancien comme une langue vivante, de Christophe Rico. Este reciente manual se presenta como un método para aprender griego antiguo como lengua viva y en su introducción se precisa que se utilizan las mismas técnicas usadas para el aprendizaje de las lenguas modernas. Éstas técnicas, no obstante, siguen siendo las de los métodos audio-orales. Se insta al alumno a escuchar y repetir los textos constantemente, sin necesidad de entender. El objetivo final del método no es, sin embargo, llegar a hablar griego, sino facilitar la lectura fluida –sin necesidad de diccionario- de la koiné (con especial interés en la literatura cristiana), mediante la memorización de las estructuras lingüísticas utilizadas en unos textos artificiales inspirados en autores de época helenística. El método recurre de nuevo al uso de viñetas ilustrativas, presenta sucintos esquemas gramaticales con los correspondientes ejercicios de refuerzo de tipología variada. Según las habilidades del profesor, los textos pueden servir de modelo para practicar de forma oral, respondiendo en griego a posibles cuestiones de comprensión textual.

iii.             ΔΙΑΛΟΓΟΣ. Manual de prácticas de griego antiguo. Con este material, en proceso de elaboración, se pretende explotar al máximo el valor lingüístico que tiene la práctica oral. Está inspirado en el método de conversación guiada de neolatín Nunc loquamur . A diferencia de éste cuaderno, nuestro manual presenta una mayor variedad de actividades y un tanto más complejas: además de los listenings y ejercicios de completar o imitar diálogos, se incorporan ejercicios enfocados a la asimilación del fenómeno gramatical aparecido en la lección.

Nuestra intención es tratar de superar la limitación de contextos y situaciones en las que utilizar un lenguaje antiguo como el griego. Para ello se imitan actos de habla de uso coloquial, pero sin recurrir a neologismos, ya que sólo se utiliza vocabulario documentado en la versión griega del LSJ .

LA CRISIS DEL GRIEGO ANTIGUO Y LOS MÉTODOS ANTIDEPRESIVOS.  SANTIAGO CARBONELL MARTÍNEZ. santiago.carbonell@ua.es

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